TRIP TO HEAVEN (Días 2 y 3)

Desperté con las tres mantas debajo de la nariz, pese a ser primavera, en la sierra el frío te cala en los huesos y más aún estando a los pies de un monte nevado.

En la mesa, Chío y María habían preparado para desayunar Papaucchu que es una especie de sopa con patatas, huevo, culantro y ají... deliciosa. Puede parecer un desayuno pesado pero para la caminata y el día que nos esperaba era justo y necesario...

Desayuno rico...

De ahí salimos hacia la plaza de armas de Carhuaz para subirnos a un mototaxi con destino a la entrada de la Bruja Armanan que es una zona boscosa donde siguiendo un sendero (que no me quiero imaginar de noche) llegas a una catarata donde antiguamente (y hoy en día) se acercaban los brujos y brujas a hacer sus rituales. Por el deshielo y el cambio climático el caudal de la catarata no era muy espectacular pero no cuanto menos bonito, todavía había restos de velas y pétalos de rosas... muy True Blood, me acorde de MaryAnn de la segunda temporada y del tótem hecho con carne y vísceras... faltaba Alcyde.

Por el camino el bosque era frondoso y las plantas eran enormes, muy Jurassic Park.

La cascada donde recientemente habían hecho un ritual. Al pie de la foto, los restos.

Tras purificarnos los pies en el agua de la catarata y hacer un poco el moñas, decidimos investigar la zona y hacer un poco de aventureros saliendonos del camino aunque tal y como están las cosas no es muy aconsejable, aparecimos en una carretera algo abandonada y decidimos caminar hacia la dirección en que creiamos que estaba el pueblo... nos cruzamos con un par de camiones que parecía que venían o que iban a una mina por la carga que llegaban y en estas a uno de ellos se le cayó un trozo de lo que parecía un mineral. Tomé unas muestras, brillaba mucho, Yes hizo la broma de turno diciendo: " a caso no tenían bastante con el oro que ahora nos robas el carbón?" muy graciosa ella...

Vistas de Carhuaz bajando de la montaña.

Llegamos de nuevo a Carhuaz haciendo paradas en el camino para tomarnos fotos, en la misma plaza de Armas donde antes nos habíamos subido a un mototaxi nos comimos una raspadilla.

Puro arte.

La raspadilla es una especie de helado de hielo que se hace de la siguiente manera: un señor va a la montaña nevada, coje un bloque de hielo, se lo lleva a la plaza del pueblo y con una herramienta parecida a un rayador lo raspa, dipositando el raspado en un vasito, le echa sirope del sabor que quieras y ya tienes una delicios raspadilla de monte. Me quedé muerto.

El hombre de la raspadilla a la derecha de la foto en el centro carro se aprecia el bloque de hielo.

Escuchamos sonido de cohetes, acto seguido nos acordamos que ese era el día del entierro del familiar de Yes y que Chío nos había comentado que habían comprado fuegos artificiales porque al difunto le gustaban mucho. Salimos pitando hacia casa de Chío y efectivamente, ahí estaba el feretro y una procesion de gente caminando y lanzando petalos de flores detras de el, todo esto acompañado por una banda de cornetas, trombones que tocaban musica triste pero con un trasfondo alegre, estaban despidiendo al difunto... Durante la marcha se añadía gente y cuando llegamos a la iglesia había congregadas unas 150-200 personas en total.

Mama Toya y Papa Peyo, apenados, seguían desde la distancia la procesión hasta la iglesia, delante, la banda tocaba canciones alegres pero con connotaciones tristes.

Hacía un calor espantoso y de todos es sabido que mi piel con el Sol no hacen muy buenas migas y ya estaba notando algo de quemazón en mis pronunciadas entradas, la iglesia estaba en reformas y aun así el sol se colaba entre los huecos del techo así que me salí con Yes a una tienda a tomar un refresco.

Tradición y cultura. Fuegos artificiales, pétalos de flores, tristeza.

Acabó la misa y se repitió la misma ceremonia, la banda, los petalos de flores, los fuegos artificiales...al llegar al cementerio se sucedió lo que más me llamó la atención, los hombres y mujeres que cargaban el feretro se pusieron a danzar con el feretro a cuestas, se les veia cara de felicidad pero con un trasfondo de sentimiento de pena, logicamente.
Me dije a mi mismo que si yo muriera me gustaría poder ver esas caras, alegría con tristeza.

Tras el entierro, la costumbre es beber hasta desfallecer, nos metimos en una bodega, estuvimos un par de horas o tres en la bodega donde la gente me preguntaban mis origenes y el significado de mi nombre, aprendieron muchas cosas y yo aprendí bastante más, me bebí un par de cervezas más y de ahí ya nos fuimos a la casa del difunto ya que como también manda la tradición, en agradecimeinto a los asistentes, la familia prepara comida para TODOS ellos, prepararon pollo con ensalada para todas esas personas que siendo de la familia o no habían acompañado al difunto el día de su despedida.

Imaginaros lo que supone economicamente un entierro en esta zona del Perú...

Joven ataviada con el traje típico de la zona, viste así siempre.

Se nos hizo tarde por lo que dedicimos acostarnos, no sin antes pasarnos por la plaza de Carhuaz a comernos un pollo Broaster y un pastel con manjar blanco en la pastelería de dicha plaza.

Empezó a chispear...

Yes a lo Carmen Sevilla con sus ovejitas!

Ya era el último día y queriamos aprovechar para ver todo lo que nos quedaba pendiente, madrugamos y tras un desayuno bastante consistente (para variar) nos pasó a buscar tío Claudio.

Claudio trabaja de guía turístico por esa zona así que nos vino de perlas. Nos fuimos a Malpaso a ver el Arbol de la Quina, que es un arbol que representa la riqueza vegetal en el escudo del Perú y está en peligro de extinción. Nos hicimos fotos y tomamos rumbo hacia Llanganuco.

Arbol de la Quina, especie en extinción y uno de los símbolos del Perú.

Pasamos por Yungay, una ciudad que fué sepultada por un desprendimiento del monte Huascarán debido a un terremoto. Solo se salvó el cementerio.
Haciendo una larga ruta preciosa observando el entorno e interactuando con las plantas y animales, llegamos a la laguna Warmicocha (laguna hembra) donde la imagen era espectacular, un poco mas adelante estaba la laguna Orkoncocha (laguna macho) que era menos espectacular pero igualmente bonita.
Todo estaba rodeado de un arbol llamado Queñual que su corteza es como si fueran hojas de papel, muy curioso, dicen que atrae el dinero..me llevé un par de trozos de corteza que había en el suelo, por si acaso.
Ahí, acordandome de toda mi gente tiré una moneda a la laguna pidiendo un deseo..

La laguna hembra.

Interpretando el mapa.

La llama drag.

Bodeguita en medio de la sierra.

A mitad de camino nos comimos un choclo con queso..riquísimo!!!

La laguna hembra...preciosa.

Por el camino ibamos coincidiendo con diversos amiguitos...

Empezó a chispear y era algo tarde, estaba anocheciendo así que nos dimos media vuelta y nos volvimos a Carhuaz donde nos esperaba la tía de Yes con yunca (una sopa con trigo, pollo, ají y patatas) y un Picante de Cuy que estaba delicioso (al final le voy a coger el gustillo al conejillo de indias...). Nos tomamos un mate de Centrón riquísimo y super refrescante y nos fuimos a hacernos las mochilas ya que salíamos esa misma noche a Lima en el bus-cama.

Nos despedimos entre abrazos y tristeza de la familia de Yes para subirnos en el bus-cama, olía horriblemente mal y Yes se puso a vaporizar colonia, no se dió cuenta de que el agujero estaba encarado hacia su cara y se embarró enterita, muy gracioso...

Ya en el bus, pensé en lo bien que se me ha tratado siendo aquí un completo desconocido, se me ha dado todo, no me ha faltado de nada y lo mas importante, he aprendido muchísimo de este Perú que hasta ahora era desconocido para mí y sigue siendo desconocido aun por incluso los propios peruanos.

Tras ocho cansadas horas de viaje llegamos a Lima la gris.

PROXIMAMENTE: Terror en el parque de las leyendas, Fredo y la danza contemporanea en el ICPNA, 11-11-11, primera despedida oficial...