Tomando unos chilcanos en Lola ocurrió lo que tenía que pasar.
En los altavoces se anunciaba que la Tigresa del Oriente estaba en el bar y que iba a cantar su éxito “Israel, Israel, en tus tierras bailaré” canción que tiempo antes de llegar a Lima amenizaba mis fiestas y noches de locura con mi gente. Apareció una mujercilla entrada en años y como pudo, subió a la barra, la música empezó a sonar y se marcó un playback en el cual cantaba sin micrófono y un poco a descompás sin coordinar el baile con la canción.
Al rato, un camarero le dio un micrófono para que desatara el caos.
Ya con el micro en la mano, unos rítmicos gritos desgarradores hicieron que Ari, Alex y yo nos meáramos de la risa.
Ella feliz, nosotros también
Al día siguiente a las 10 de la mañana ya estaba despierto, me duché, salí del hotel y me fui pitando para casa de Carlos y Lila que hacía días que no los veía a ellos ni a sus pequeñas.
Un sol espectacular me dio la bienvenida al llegar a Surco. La primavera está aquí.
La pequeña Isabella ya anda y me hace pensar en Andrea, la hija de mi amiga Belén que tantas ganas tengo ya de conocer. De ahí nos fuimos dando un paseo Lila, Carlos y Alessandra hacia un chifa del barrio para ponernos finos. Al salir pasamos por una tiendita donde compramos helados ya que el día invitaba a ello.
Caminando (bastante) llegamos a casa de Fiori y de Luis Enrique donde pasamos muy buena tarde.
La semana se hace un poco rara, me había acostumbrado a hacer todo con Tania, trabajar, hablar, comer, cenar… se echa de menos a la bomba latina.
Quedé con Lourdes para que me ayudara a hacer la mudanza de mi hotel a mi nuevo apartamento en Miraflores, de ahí estuvimos dando una vuelta por el parque Kennedy, ese parque donde los gatos son los reyes del mambo y tienen su propia cocinera del ayuntamiento (cuando muera, quiero reencarnarme en un gato de esos) de repente nos encontramos que entre los gatos había una exposición de dinosaurios.
Todo bien hasta que vimos representados unos dinosaurios marinos colgando de un árbol. Creo que los animales/dinosaurios marinos deberían estar expuestos en donde les toca, en entornos marinos, ya que te desubican un poco…
Ahí mismito, al lado de la exposición de dinosaurios se celebraba otra exposición algo prehistórica: Expobiblia 2011 al momento me vino el eslogan de dicha Expo: “donde ni Dios puede faltar”. Oraciones, cánticos, biblias por doquier, consejos matrimoniales para no pecar… tras el shock nos fuimos a comer un sándwich a La Lucha.
La Lucha es una sandwichería brutal, ponen los mejores sándwiches a la leña de todo Lima y eso se nota en las colas que hay para pedir. Un club sándwich a la leña, un milkshake y a casa a ver el Gran Show que Ari bailaba esa noche y no me apetecía moverme de casa. Raffaella Carrá con toques españoles... impagable.
Me levanté pronto el domingo por la mañana, el Sol cambiaba la ciudad totalmente, no sé qué pasa los domingos en esta ciudad, sale el Sol solo ese día, el día del señor…
Quedamos Lourdes, Yes y yo para ir a Polvos Azules y a la calle Capón ya que misteriosamente las dos bolas de la pulsera que me puso el chino que me leyó la mano se me habían caído.
Polvos Azules no es lo que hacen los pitufos con pitufina, Polvos Azules es la mejor galería comercial que he visto nunca. Un edificio lleno de pasillos abarrotado de puestos de ropa, zapatillas, maletas, tecnología, relojes, colonias, comida... una especie de mercado pero a lo inmenso.
Lo mejor de todo está en la parte de abajo, las series, películas, videojuegos… todo pirata. Puedes encontrar la película o serie que nunca pudiste o te apeteció descargar en calidad DVD y con extras y todo… brutal y regateable (2’5 soles = 0.50 euros por cada DVD).
Quien visite Lima tiene que ir, es un MUST de la ciudad. En España tendríamos que tener al menos uno.
Llegamos a la calle Capón donde de nuevo “el chino” me leyó la mano augurando buenas nuevas para esta etapa que estoy viviendo y me puso una nueva pulsera. Cuando le pregunté que porque se me habían caído las bolitas de la anterior me soltó que era porque ya habían cumplido su misión.
Buena técnica de márketing, lo mismo diré cuando se me rompa algo. De ahí nos fuimos al Salón Capón donde nos pusimos ciegos a chifa.
Con el cuerpo en modo off nos arrastramos por las calles del China Town limeño hasta una galería comercial llamada la Mina de Oro. Todos los niños del mundo querrían estar ahí. Miles y miles de juguetes (falsificaciones y originales) se desplegaban ante nosotros, desde los básicos hasta los que ni los propios niños conocen. Un paraíso hecho realidad. En esos instantes pensé que quería volver a ser niño. Deseché la idea.
Me quedo como estoy.
Buenísimo.
2 comentarios:
los blade blade que por ningun lado llevaban ese nombre???? jajajaja
Jaja como me he reido con tu publicacion, y es rutina leer tus comentarios imperdibles diria yo!! Lo mejor es que cada vez son mas divertido.
Lo mas gracioso es "Polvos Azules no es lo que hacen los pitufos con pitufina", con esta frase me reido que no sabes..!!
Tu y tus ocurrencias :)
eso es todo me retiro. besos!
Publicar un comentario