Sígueme en Twitter

domingo, 26 de agosto de 2012

CABO VERDE - ISLA DE SAL --- PARTE 1 ---

Por fin llegó el día, el calendario marcaba la misma fecha que los billetes que nos llevaban a HUMO y a mi a Cabo Verde.
Tras cuatro horas de viaje con parada de rigor en el típico bar de carretera, llegamos a Barajas.
Algo malo se intuía, No entendíamos nada, las pantallas de las puertas de facturación donde teníamos que estar mostraban el logo correspondiente a Qatar Airlines.
Al rato, cuando las pantallas cambiaron al logotipo de TCV y cuando las 45 personas que íbamos a volar ya estábamos apiñadas en la fila esperando a que alguien hiciera acto de presencia. Bingo, una chica llegó para avisarnos de que el vuelo llegaba con un retraso de... Tres horas y media.

Bendita inocencia. No subimos al avión hasta pasadas las 22:30 cuando el vuelo estaba programado en un principio para las 17:55 por lo que perdimos el lunes ya que llegábamos al hotel a las 2:00 hora local (son tres horas menos que aquí). Menos mal que el seguro nos cubría el retraso y nos devolvieron un 10% del importe del viaje.

Primera parada. Bocadillo y manta.
Vuelo retrasado...
Haciendo la espera mas amena en Barajas.

Ya en el avión sobrevolando las Islas Canarias
Por fin en Isla de Sal, recogiendo las maletas en la sofisticada cinta transportadora de Amílcar Cabral.
Ya en Isla de Sal, Amanecimos en el Resort Vila Verde, que es un complejo hotelero de reciente construcción (enero 2012) compuesto de manzanas de apartamentos con piscina donde los servicios de restaurante y supermercado dejan algo que desear por el hecho de que todo es demasiado nuevo.
El resort estaba bien en general, la única pega era que la fauna de insectos locales se empeñaban en entrar en casa a toda costa y también la sensación de estar en medio de una ciudad fantasma porque estaba vacío. Por lo demás todo genial.

Nos dirigimos a recepción donde un chico nos enseñó las diferentes actividades que se podían hacer durante nuestra estancia, todas a un precio algo elevado. Elegimos la del tour de rigor por la isla que duraba poco y no salía muy cara, lo demás ya lo iríamos descubriendo nosotros poco a poco.
El resto de excursiones eran muy precipitadas para la semana que íbamos a estar ahí. Estas consistían en vuelos internos para ir a ver otras islas, bautismo de buceo, snorkel, viaje en catamaran, cursos de kitesurf... Nosotros queríamos playa y tranquilidad y no nos atraía la idea de madrugar un día para ir de bólido de aquí para allá y volver en el mismo día a la isla.

En esa reunión ya conocimos a parte de la gente con la que nos íbamos a reír mucho durante esa estancia en la isla. Era como estar en LOST y junto a HUMO especulábamos con quien era quien en esa mezcolanza de gente.
Las mejores fueron CRISTINA Y SUSANA hija y madre respectivamente que se traían un cachondeo bastante majo.

Nos fuimos a la piscina a estrenarla y a hacer tiempo hasta la hora de comer.
Cuando nos entro el hambre nos decidimos a ir al pueblo de Santa María caminando (pese a que había autobús del hotel directo) ya que no hacia tanto calor como pensábamos y eso que estábamos en pleno julio. De camino al pueblo, en mitad de la nada, un conductor nos paró y nos acercó muy amablemente al pueblo.
Nos habían hablado de un restaurante al cual va gente local y turisteo, LANCHONETE RESTAURANTE D'ÂNGELA donde tienes dos opciones, comer de carta o bien comer de buffet libre a modo un poco diferente al que estamos acostumbrados.
Puedes elegir entre comida típica consistente a base de GAROPA, que es un pescado de color rojo típico, CACHUPA, que es una mezcla de legumbres y diversos verduras y mas pescados de la zona, para los menos atrevidos arroz, pasta, ensalada, verduras hervidas... Una vez tienes tu plato lleno, ellos lo pesan en una balanza y te cobran al peso a un precio económico.

Ya con la barriga llena nos fuimos a la playa de Santa María pasado el puente de pescadores y la verdad que fue de lo mejor que podíamos haber hecho. Una playa de arena fina y blanca y agua azul cristalino y de temperatura templada en la que pudimos descansar olvidándonos de todo y sin estar con la sensación de que te van a robar algo. No había mucha gente y la poca que había era gente local que aprovechaba para darse un baño en familia.

Llegaba la noche y nos apetecía cenar tranquilamente ya que al día siguiente nos esperaba el tour por la isla, decidimos comprar en el mercado y cenar en el apartamento.
Callejeamos un poco por las calles de Santa María rodeados de guineanos (que de tan bien que hacen su trabajo llegan a cansar y todo, si trabajaran para el Circulo de Lectores seguro que llenaban Cabo Verde de libros) y rodeados también de gente local que se reían de vernos como hacíamos cuentas con el cambio de moneda para determinar si una cosa era cara o no. Al final nos hicimos con un poco de pan, lechuga, jamón de york, queso y dos litronas de cerveza para acompañar el sandwich que esa misma noche nos cenaríamos justo antes de caer dormidos del cansancio acumulado.

De día cambian las cosas, bastante.
De camino a Santa María, con chófer personal y todo.
Comiendo rico en Lanchonete Restaurante d'Ângela
Después de la comilona un bañito en la playa de Santa María.
Y el tiempo se hace eterno en estas tierras...
Callejeando buscando donde comprar algo de comida nos encontramos con este simpático perro.
Camino al hotel, caminando por una desolada carretera rodeados de la nada y viendo una magnifica puesta de Sol. 
Las puestas de Sol africanas son espectaculares.
Cervecita y a dormir...

Miércoles. Un sol abrasador se colaba por las ventanas para decirnos que ya era la hora de reunirnos en el hall del hotel con el resto de turistas y con los que iban a guiarnos por la isla.
Ahí nos subimos en una furgo-bus muy graciosa que nos llevó al primer destino: MURDEIRA.

Los habitantes de esta villa que misteriosamente se parecía a DHARMAVILLE, antes de que llegara el turismo se dedicaban a la agricultura y a la distribución de la fruta, luego pasaron a vivir de la artesanía y del turismo. Estuvimos viendo desde un punto concreto un peñón al que le llaman MONTE LEÓN ya que se asemeja al perfil de un león  acostado, con un poco de imaginación lograbas visualizarlo, a mi me recordó a Mufasa en pleno sunbathing.

Tras un rato haciendo fotos nos subimos de nuevo al vehículo y desplazándonos por la única carretera de la isla que tiene 15 Km aproximadamente, el paisaje nos llamaba la atención, un secarral, pero un secarral bonito.
El pensar que estas a miles de kilómetros de casa recorriendo esos paisajes crea un matiz de valorar para bien cualquier cosa que en tu seguramente la verías fea o ni siquiera caerías en observarla.
La nada nos rodeaba, arena, matorrales, y el Sol encima nuestro cebándonos a rayos UVA.

Alguien sabe donde estamos?
La zona mas tranquila de Murdeira.
Dharmaville? No. Murdeira.
Monte León, míralo como se baña, que fresquito!
De nuevo en la furgoneta.
Llegamos a PALMEIRA.
Me gustó mucho esta ciudad. Es el pueblo pesquero que aprovisiona la gran mayoría de alimentación de la isla y cubre las necesidades de los habitantes de la misma con su puerto y sus depósitos de gasóleo y sus depuradoras.
En el puerto de nuevo la gente intenta venderte hasta su alma pero todo esta en mantener la cabeza fría y no aceptar ningún "regalo" que luego puedan reclamarte.
Paseando por las calles de Palmeira vimos la guardería municipal, la fuente principal del pueblo donde los palmeirenses cuando se quedan sin agua repostan, también vimos el colegio que tiene mogollón de convenios con universidades de todo el mundo... Llegamos a una tienda de souvenirs donde probamos el GROGUE que es una especie de ron típico de Cabo Verde que te pone pedo en un pis pas. Lo hay de todos los sabores, caña de azúcar, fresa (¿?), café y algún sabor mas que no recuerdo.
Los probé todos, no se porque me pasa esto siempre que me dan a probar algo, aunque sea veneno lo tengo que probar, algún día me llevare un susto... No estaba muy para allá.

Consejo, pequé de no comprar ningún souvenir aquí, por lo que se dice y pude comprobar, es donde mas barato se compra, hay que aprovechar este viaje para hacerlo y no caer en el pensamiento de "como es el segundo día ya compraré mas adelante".

Llegada al puerto de Palmeira
Los pescadores limpiando pez espada.
El puerto de Palmeira, al fondo, los depósitos de gasóleo.
En la tienda de souvenirs, al fondo el famoso GROGUE o ron caboverdiano.
Peces globo disecados... WTF?
La fuente que abastece al pueblo de Palmeira.
Colegio de Palmeira.
Seguimos nuestro tour caboverdiano una vez mas rodeados de tierras áridas, la carretera asfaltada pasó a convertirse en un camino lleno de baches, la furgoneta crujía entera y desde la comodidad del aire acondicionado del vehículo observaba como por detrás dejábamos un polvoriento rastro y a medida que avanzábamos el entorno me recordaba a las fotos que se ven de Marte.
A HUMO le recordó un poco a la escena de la película de BABEL en la que Cate Blanchett recibe un disparo perdido, me sentí inseguro por un momento.
Pasamos unas piscinas naturales donde locales y turistas se bañaban y poco a poco redondeadas rocas negras llenas de agujeros iban poblando el paisaje mientras una montaña de forma piramidal reinaba esa parte de la isla (MONTE GRANDE).
Llegamos a BURACONA, que viene a querer decir agujero no se que mas... Pero que los portugueses que iban en la furgoneta se descojonaron.
Ahí, en ese entorno extraño esta la famosa atracción que se llama OLHO AZUL.
Realmente no tiene nada fuera de lo común pero es bonito verlo, la luz del Sol crea un efecto curioso en el agua que esta en el interior de una cueva acuática aclarando una zona del agua y dándole forma de ojo.
Hicimos unas fotos y nos echamos unas risas con CRISTINA que poco a poco íbamos teniendo mas contacto con ella y con SUSANA, su madre.
De repente, una pareja que nos acompañaba en el viaje gritó que habían visto una tortuga. La histeria se apoderó del grupo, trotando por las rocas y con el peligro de torcernos un pie (yo tiendo bastante a este tipo de accidentes) llegamos a la zona junto el resto de turistas. Pudimos verla, de lejos pero ahí estaba.

Intenta correr por estas rocas con tobillos tendientes a torcerse... todo un reto!
La montaña mas grande de toda la Isla de Sal, MONTE GRANDE con una altura de... 406 metros!!
El Olho Azul... ya.
Muchas risas!
Momentos después en la tranquilidad de la furgoneta y dirigiéndonos al próximo destino, me reía por dentro de la actitud y de las ansias del grupo en general por ver una tortuga, incluidas las mías.
Al fin y al cabo, una tortuga es una tortuga, no? Seria mas interesante si fuera un tiburón o algo así mas... Diferente?

Yendo hacia PEDRA LUME y atravesando una especie de desierto, llegamos a una zona donde había una cabaña hecha de cañas y otros materiales donde se podían visualizar espejismos, la verdad que a mi me sorprendió mucho y me hizo mucha ilusión a diferencia que al resto del grupo que no les hizo gracia.
Estarían acostumbrados a ver muchos en sus respectivas ciudades...

"Perigo Combura" no se que quiere decir pero al final, donde se ve agua, pues no es agua, es un espejismo! toma ya.
Cabaña de cañas en medio de la nada.
Achicharrados bajo el Sol.
Retomamos el camino hacia las salinas que se encuentran en la parte Este de la isla.
Por lo visto es una zona que pertenece a un italiano con mucha vista y que podría ser perfectamente español porque hace pagar unos 500 escudos a todo visitante, sea local o no, para ver una cosa natural y típica de la isla. Menuda jeta!

Nos metimos en el agua y la verdad que merece la pena si no lo has probado.
La sensación de no poder hundirte y estar rodeado de ese paisaje árido es muy chula. Se ve que estábamos debajo del nivel del mar por lo que ese agua se filtra y con la cantidad de sal que lleva el agua y la tierra se crean esas salinas naturales.

Después de un rato flotando salimos y flipamos con el efecto de los brillos de la sal que te deja el cuerpo al secarte al sol, si parecíamos los CULLEN de vacaciones en el mar!
Una ducha por un euro mas y de nuevo a la furgoneta. Eso si, aprovechad el agua de la ducha porque esta el dueño de la llave de paso que solo deja que te aclares la sal dos minutos.

Consejo. Que no os engañen, nos os vais a poder llenar de barro y exfoliaros la piel ya que eso solo lo pueden hacer las personas que tienen contratado un tratamiento de belleza en el centro que hay al pie de las salinas, así que si vais con esa idea forget it!

Acceso a las Salinas, previo pago, claro.
Impresionantes salinas en el cráter de un volcán...
Flotando mogollón...
En verde las llaves de paso de las duchas del final. Casi un eurazo el minuto de ducha!
Ya con las tripas rugiendo cruzamos un pueblo chabolista que me recordó un poco a las FABELAS brasileñas y llegamos a ESPARGOS donde teníamos pactada una comida con el guía en lo que debía ser la casa del algún colega suyo.
Ya sentados y hambrientos nos prepararon una cachupa, una especie de sopa de legumbres con trozos de carne y pescado que la verdad no apetecía mucho con el calor que hacia pero que nos comimos como si fuera lo ultimo que íbamos a hacer en la vida, un plátano flambeado de postre y un paseo por el pueblo antes de volver al hotel.

ESPARGOS es la ciudad mas grande después de Santa María, digamos que es donde mas habitantes locales hay, Santa María esta mas dedicada al turismo y eso se ve en sus calles.
Dando un paseo, pasamos por la plaza central donde un wifi abierto invitaba a que hicieras un alto para comunicarte vía whatsapp con los tuyos. Un poco mas adelante estaba el mercado del pueblo donde los habitantes vendían sobretodo fruta, fruta no mas allá de la papaya, mango, manga, bananas y alguna que otra fruta tropical de cuyo nombre no puedo acordarme.
Las calles empedradas y bien cuidadas invitaban a perderte en ese pueblecito pero el sol achicharrante invitaba a subirte a la furgoneta donde, casi, se estaba algo mas fresco.

Una cosa que nos llamo la atención es la cantidad de edificios semiconstruidos... mas adelante la respuesta!
La plaza del WI-FI de Espargos.
A ver quien encuentra al vendedor...
La vida en Espargos. 0% stress.
Ya algo cansados nos subimos a la furgoneta rumbo al hotel. Por la noche íbamos a ir a una playa a ver si podíamos "ver" a las tortugas desovando en la arena.
Un baño en la piscina, una ducha, cena rápida y nos dirigimos a la recepción del hotel donde Paco (increíble pero cierto, un caboverdiano llamado Paco) nos iba a acompañar a la playa a ver las tortugas en jeep.
Nuestra sorpresa fue cuando vimos a toda la gente que íbamos a ir, enseguida supimos que no íbamos a ver las tortugas ni de coña.
Las tortugas o tartarugas como les llaman ahí son muy sensibles a la luz y al ruido y por lo visto están dejando de desovar en la isla debido al turismo, si a eso le sumamos los tropecientos que íbamos a ir y lo incívica que es mucha gente se esfumaron las ganas de hacer esa ruta.
Aun así nos subimos al jeep.
Avanzando por caminos sin asfaltar e intentando hacer el menos ruido posible y con las luces del jeep semicubiertas para no iluminar demasiado llegamos a una playa donde había unos científicos con pintas de surfero acampados, estos mismos nos dijeron que donde íbamos tanta gente, que no íbamos a ver nada, efectivamente. Tras caminar por la arena, de noche, sin ver un pimiento, lo que iba a ser algo divertido se convirtió en algo tedioso.

Nos volvimos con las mismas y pedimos por favor que nos dejaran en Santa María porque nos apetecía echar un trago después de ese día.
Susana y Cris se apuntaron y nos recomendaron el BLUE BAR, un bar tranquilito con música en directo donde nos tomamos una cantidad ingente de mojitos.
Resulta que en Santa María también hay una plaza del WiFi y también hay muchos perros, los cuales se enamoraron de nosotros y decidieron seguirnos todo el camino hasta la puerta de los apartamentos.
El camino se hizo muy corto debido a las risas que nos echamos comentando la surrealista visita a la playa de las tortugas y de como convertir una piedra en una atracción turística.

Caímos muertos. Y eso que todavía no estábamos ni a la mitad de nuestro viaje...

Rumbo a la playa de las tortugas que nunca vimos.

Aquí un recopilatorio de fotos de la isla, las ha hecho un chaval caboverdiano que vendía sus fotos:

No hay comentarios: